2.11.10

Ovnipersia. Capsulazona. Nave regia.

Revista VOX, nº10, Abril 2002.
Por
ROMINA FRESCHI.
Capsulazona, nave regia, nave región. Nave, barco, lugar – casa que se traslada intacta (Nautilus) -casa que se transforma con cada toque (barco ebrio). Ovnipersia es un lugar: una sinestesia (ovni – omni – persa – pérdida – inmensa), un espacio donde la historia (el tiempo como consensuamos conocer) es una impresión más que entra por los sentidos y en ellos se re-suelve.
En sentido contrario entonces, ese espacio ovnipersia es un espacio de puro tiempo – un viaje – de los sentidos, lo sentido y el sentido ; ¡casi una infancia! ¡una eternidad! La recuperación de la aventura pura, pre-histórica.
En la bitácora de este ovni (ya no sólo ebrio sino mucho más sofisticadamente alterado), el recuerdo como impresión es el único dato histórico. Recordar el recuerdo: ¡un récord! Como única historia entonces el record es, a la vez, procedimiento – la grabación – y resultado – el registro registrado de un presente que se actualiza en cada impresión (la que imprime el escritor y la que se imprime en el lector)-.
La palabra – máscara – contrae y expande las impresiones en el chart del poema. Presente vivido, grabado, escrito, leído y vuelto a vivir. Escritura-lectura re-cordadas. Presente vívido en el movimiento de la nave-cuerpo que viaja, y en el viaje, cambia.
Intentar recortar una cita de ovnipersia es la prueba más irrefutable de ello. Cada palabra frasecifra es un “presente” en sí misma, indelimitable, representándose a sí misma y al libro tan efímera como concluyentemente. Inolvidable en su accionar (motor del viaje, escenario no sólo móvil sino fluctuante) pero in-re-cordable en la cuerda de la historia y del lenguaje cuerdos.
Elijo entonces por puro gusto, por aceptar “el presente” como un canto cantado para mí en este momento, lectora-cántaro, golosa y gozosa de la ovnibilación recibida:

“Estamos en el rancho de cualquierparte / en el rancho de la bienquerida por el que cruza la estrella del mediodía. / Su galería se inicia a la altura del eco seno: estoy retirado al costado del mar y descanso (pero como quien dice “ahí me comen”) / y permite la costilla de la hora entrar a su sable de siesta: / no deja de temblar este hilo del que un habla cuelga.
"Azulamarillo de la aguafiesta y del emerger a la espuma y al ovni de la ola: / salgo hacia donde cuelgan los trapos / sector de parición a pleno día brasa un canto que aplasta los cardos. / Vida solita entre el mar y la ropa disparada contra el suelo: / mi ranchera es mi germen de naviger, / fotografemas del espacio en sus paredes caseras / la vuelven el módulo de desconocimiento que orbita la arena.”

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